Para conocer un poblado del Neolítico, no hay mejor ejemplo que el de Çatal Hüyük, construido en Anatolia (Turquía) hacia el año 6150 a. C y habitado durante unos ocho siglos.
Las viviendas
En de Çatal Hüyük, las casas se construían adosadas las unas a las otras, escalonándose en distintos niveles para formar un muro protector. Estaban sostenidas con grandes vigas de madera y edificadas alrededor de un pequeño patio.
Los tabiques eran de adobe. Se entraba en ellas a través de un agujero abierto en el tejado, al que se accedía utilizando una escalera de mano. En cada casa había una habitación principal, donde se situaba un horno para hacer pan. El suelo estaba cubierto de esteras y el interior se alumbraba con lámparas de aceite.
Las actividades de los habitantes
Los habitantes de Çatal Hüyük no pasaban hambre. La agricultura y la ganadería producían un importante sobrante de alimentos, y parte de la población se dedicaba a construir vasijas de cerámica, cofres de madera y cuando se descubrió la metalurgia, herramientas, armas y adornos de metal.
En determinados momentos del año, casi siempre relacionados con el calendario agrícola, celebraban sus fiestas. Hacían ofrendas a sus dioses, para los que habían levantado un santuario adornado con cabezas de toro, uno de sus animales sagrados juntos con el buitre y el leopardo.
El culto a los muertos también estaba desarrollado. Los cadáveres se dejaban al aire libre, para que los comieran y los purificaran los buitres. Después, los enterraban bajo el mismo suelo de la casa donde habían dormido en vida.
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