martes, 5 de marzo de 2013
El origen de las monedas
Desde la Prehistoria, en el Neolítico, las poblaciones ya realizan intercambios o trueques con productos que normalmente eran excedentarios en la zona de origen y eran deficitarios en las zonas donde se querían consumir para satisfacer una serie de necesidades.
Hay que tener en cuenta que, cuánto más se desarrollaba una comunidad más productos iba a
consumir y más iba a depender de esos intercambios. Sin embargo, al final se necesita un patrón
objetivo de valor que sea apreciado y sirva para comprar y vender cosas.
Muy posiblemente el primer patrón fuera el ganado, que sería así pues un elemento premonetario.
Prueba de esto está en nuestro léxico, donde todavía hay palabras que aluden al uso del ganado como elemento premonetario: pecunia, que deriva del latín pecus-oris y que significa “ganado”, o capital que deriva del latín caput, capitis y que significa “cabeza” sea tanto de un ser humano como del ganado.
El descubrimiento del metal favorecería la consolidación de las monedas, sobre todo cuando éste se convirtió en imprescindible para las comunidades, que producían con él sus armas, herramientas etc. El metal primeramente se usaría en bruto al peso, pero conforme las relaciones comerciales eran cada vez más intensas, complejas y ambiciosas (sobre todo en la cantidad de productos participantes en el comercio y las distancias) éste pasó a no estar a la altura en lo que a la agilidad demandada a las actividades comerciales se refería.
Así se pasaría a fabricar elementos de metal con una forma determinada que al principio no
presentaban marcas aunque sí las tendrán, en principio con un carácter religioso (p.e. en la Antigua Grecia, la moneda se hacía en los templos y el prestigio del templo hacía que la moneda fuese reconocida y aceptada a cierta distancia. Sería de esta forma como en el s. VII a. C. surgiría la moneda en Grecia.
Podemos señalar ciertos elementos premonetarios a los siguientes objetos:
- Piezas de bronce chinas en forma de pez de la Dinastía Shang (ss. XVIII – XI a.C.) y que
pesan 6 gr.
- Premonedas en forma de cuchillo hechas en bronce fundido con un peso de 13’5 gr. Y
fechadas en el siglo III a.C.
- Premoneda en forma de hazada de la Dinastía Xin (13-24 d.C.) hechas en bronce con un peso
de 13’4 gr.
- Conchas de caoríes halladas en África, Asia y Pacífico.
Las monedas más antiguas son las estáteras de electrón de Lidia datadas entre el 652 y 615 a. C.
También poseen una gran antigüedad las estáteras del rey Creso o creseidas fechadas entre el 561
y 546 a. C.
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